Tecate, B.C. 9 de febrero 2024.- En un ataque armado a balazos, Ángela Meraz León, presidenta de Unión y Fuerza por Nuestros Desaparecidos Tecate, fue asesinada a las dos de la tarde del jueves 8 de febrero, en su salón de belleza, ubicado en la calle doctor Arturo Guerra flores y Sinaloa, en la colonia Loma Alta, al oeste de la ciudad fronteriza de Tecate, B.C.
Entró a formar parte del colectivo para tratar de hallar a su hermano, Juan José, que hasta el día de hoy sigue desaparecido. La activista nunca encontró a su familiar, pero sí se encontró con amenazas en redes sociales.
El asesinato de Ángela Meraz León se enmarca en el contexto de la creciente violencia en México, especialmente en regiones cercanas a la frontera con Estados Unidos.La región norteña, donde ocurrió el crimen, ha experimentado un aumento de la violencia en los últimos meses, generando preocupaciones sobre la seguridad de los ciudadanos.
Las autoridades han identificado al presunto responsable del asesinato de la activista, al respecto el presidente López Obrador adelantó que, según investigaciones preliminares, el crimen no esta relacionado con las actividades de búsqueda de desaparecidos de la activista.
De acuerdo a la información generada en torno al asesinato, Ángelita estaba bajo un mecanismo de protección estatal para activistas debido a las amenazas que había recibido previamente.
La falta de detalles sobre el mecanismo de protección plantea interrogantes sobre la eficacia de estas medidas y la necesidad de revisar los protocolos de seguridad para activist
:El asesinato de Ángela Meraz se viene a sumar a una serie de casos trágicos, como el secuestro y desaparición de Lorenza Cano Flores en Guanajuato, ella también buscaba a su hermano.
La violencia contra buscadores de desaparecidos en México es una preocupación creciente, con al menos seis casos de asesinato de buscadores en el país desde 2021.
La falta de acción por parte de la Fiscalía y la policía ha llevado a que los familiares asuman la responsabilidad de buscar a sus seres queridos desaparecidos.
Los «colectivos» de voluntarios, como el que lideraba Ángela Meraz León, desempeñan un papel crucial en la búsqueda, pero enfrentan riesgos considerables.
El asesinato de activistas como Ángela Meraz León y Lorenza Cano Flores, destaca la urgencia de abordar la violencia contra aquellos que buscan a personas desaparecidas.
Organizaciones de derechos humanos y la sociedad civil deben presionar por una acción más efectiva por parte de las autoridades para garantizar la seguridad de los activistas y poner fin a la impunidad.

Foto tomada de redes sociales