Con más de 20 mil cargos públicos en juego, incluyendo la presidencia de la república, las elecciones de junio de 2024 en México serán un evento monumental. En este contexto, las plataformas digitales y redes sociales, principales fuentes de información para el 87% de los mexicanos según el Instituto Nacional Electoral (INE), se enfrentan a un papel crucial pero complejo: combatir la desinformación y garantizar la transparencia.
En su artículo «Por elecciones más informadas! El urgente compromiso de las plataformas digitales con la transparencia en México», Mayra Osorio destaca los desafíos y esfuerzos actuales para enfrentar la desinformación durante este proceso electoral. Osorio subraya que la proliferación de noticias falsas en redes sociales puede influir significativamente en la percepción pública, tal como se ha observado en elecciones anteriores.
Un ejemplo reciente de las dificultades en este ámbito es la decisión de Instagram de limitar automáticamente el contenido político de cuentas no seguidas sin informar adecuadamente a sus usuarios. Esta medida, aunque destinada a mejorar la experiencia del usuario, ha sido criticada por restringir el acceso a información crucial durante el periodo electoral (Osorio, 2024).
Para abordar estos retos, algunas plataformas están tomando medidas proactivas. Meta, en colaboración con el INE y la organización Movilizatorio, ha lanzado el programa «Soy Digital». Este programa educativo proporciona herramientas a los ciudadanos para detectar y denunciar noticias falsas, e incluye un chatbot en WhatsApp para consultas directas al INE sobre las elecciones (Osorio, 2024).
Google, por su parte, ha implementado el programa «Transparencia México», que ajusta su buscador para destacar información oficial sobre el proceso electoral, ofrece más detalles sobre las imágenes indexadas y monitorea la publicidad engañosa en YouTube. Además, tanto Meta como Google han desarrollado políticas para alertar a los usuarios cuando un contenido ha sido creado o modificado con inteligencia artificial (Osorio, 2024).
A pesar de estos avances, el marco regulatorio en México sigue siendo insuficiente para abordar de manera efectiva la publicidad electoral en plataformas digitales. El INE ha recurrido a medidas cautelares para solicitar la remoción de contenido, una práctica que ha generado críticas por su potencial arbitrariedad y por poner en riesgo la libertad de expresión (Osorio, 2024).
Para asegurar unas elecciones más informadas y justas, es esencial que las autoridades mexicanas desarrollen una estrategia clara sobre la transparencia y la desinformación, basada en estándares internacionales de derechos humanos. Según Osorio, es crucial que las plataformas digitales comuniquen de manera transparente sus decisiones y políticas, y que la colaboración con las autoridades se realice en un marco que respete los derechos humanos y evite acciones arbitrarias (Osorio, 2024).
Programas como «Soy Digital» y «Transparencia México» representan un buen comienzo, pero es necesario ampliar su alcance para garantizar que todos los votantes tengan acceso a información verificada y confiable. Solo así se podrá fortalecer la democracia en México y asegurar un proceso electoral justo y transparente.