La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, expresó su firme desacuerdo con la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reactivar redadas migratorias en sitios previamente considerados “protegidos”, como escuelas, iglesias y colegios. En su conferencia matutina, Sheinbaum calificó la medida como una violación a los derechos humanos y subrayó que el gobierno mexicano se mantendrá del lado de sus ciudadanos en territorio estadounidense.
“Por supuesto que no estamos de acuerdo con dicha medida”, declaró Sheinbaum, reiterando que su administración buscará proteger a los migrantes mexicanos ante las políticas que puedan ponerlos en riesgo.
La nueva estrategia migratoria de Trump, anunciada un día después de su retorno al poder, revierte una directriz de la administración Biden que limitaba las redadas en áreas sensibles para las comunidades. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) justificó la medida argumentando que algunos “criminales extranjeros” se refugian en estos lugares para evadir la captura, aunque no presentó evidencias claras que sustenten estas afirmaciones.
En respuesta, el gobierno mexicano activó el programa “México te abraza”, destinado a brindar asistencia legal y apoyo humanitario a los connacionales afectados por estas políticas. Además, el programa contempla recibir a quienes deseen regresar voluntariamente al país. Sheinbaum también instruyó al canciller mexicano a fortalecer la red de consulados en Estados Unidos para garantizar protección legal y apoyo directo a los afectados.
“Nosotros lo que hacemos es apoyarlos legalmente y recibirlos en México con el programa ‘México te abraza’. Además, si hay personas que no sean mexicanas en la frontera, también les damos apoyo humanitario”, enfatizó Sheinbaum, destacando un enfoque más amplio de solidaridad humanitaria.
Esta situación genera preocupación en México, ya que los migrantes mexicanos representan aproximadamente el 50% de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos. Además, las remesas enviadas por esta población son un pilar económico clave, representando cerca del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, con un estimado de 65,000 millones de dólares en 2024.
La reactivación de redadas masivas y la posible deportación de miles de migrantes plantean un desafío diplomático y económico para México, que deberá equilibrar la defensa de los derechos humanos con la preservación de su estabilidad económica.