La crisis climática es la mayor amenaza que enfrenta la humanidad y México es uno de los países con mayor vulnerabilidad a sus impactos
Ciudad de México – Frente a la creciente amenaza de la crisis climática, organizaciones ambientales líderes, incluyendo Oceana, Greenpeace y el Centro para la Diversidad Biológica, han lanzado un llamado urgente a los futuros líderes de México para priorizar la protección de los océanos dentro de sus agendas políticas para el periodo 2024-2030.
Esta acción se presenta como una medida crítica para contrarrestar los efectos devastadores del cambio climático, que impacta desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables del país.
México, reconocido por su rica biodiversidad marina y su significativa vulnerabilidad ante el cambio climático, enfrenta desafíos sin precedentes que amenazan tanto a sus ecosistemas costeros como a las comunidades que dependen de ellos.
Aunque México ha avanzado al proteger el 22.47 % de su superficie marina, existe un compromiso internacional de alcanzar el 30 % para 2030.»
La acidificación de los océanos, el aumento del nivel del mar y la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos son solo algunas de las manifestaciones de esta crisis, que ponen en peligro la seguridad alimentaria y la sustentabilidad económica de miles de mexicanos.
Las propuestas presentadas buscan integrar la protección de los océanos como un pilar fundamental en la política climática de México, subrayando la importancia de los ecosistemas marinos en la regulación del clima global y la absorción de dióxido de carbono.
Entre las medidas prioritarias se encuentra la protección de hábitats marinos críticos, como los arrecifes de coral y manglares, que además de ser vitales para la biodiversidad, actúan como barreras naturales contra eventos climáticos extremos.
Además, se enfatiza la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, a través de la implementación de Zonas de Salvaguarda que limiten la explotación petrolera en aguas profundas, promoviendo así una transición hacia fuentes de energía renovables y sustentables.La ratificación del Tratado de Alta Mar se destaca como una acción esencial para la cooperación internacional en la gestión y conservación de los océanos, junto con la lucha contra la contaminación plástica y el impulso de un Manejo Costero Integral que garantice una gestión sostenible de las zonas costeras.
El combate a la pesca ilegal y el apoyo a una moratoria sobre la minería en aguas profundas son también partes cruciales de las propuestas, buscando preservar la biodiversidad marina y asegurar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
Este conjunto de medidas representa una hoja de ruta hacia la resiliencia y sustentabilidad, instando a los candidatos presidenciales a comprometerse con la protección de los océanos como eje central en la lucha contra la crisis climática.
Con la Conferencia de los Océanos de la ONU en 2025 en el horizonte, México tiene la oportunidad de liderar con el ejemplo, mostrando un compromiso firme con la conservación marina y la acción climática global.
Es fundamental unirse al esfuerzo internacional para negociar un Tratado Global sobre Plásticos.