«No solo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: que ellas son capaces de todos los entusiasmos, y que los deseos de la gloria y de la libertad de la patria, no les son unos sentimientos extraños.» Leona Vicario

Abril 10 de 024.- En las bulliciosas calles de la Ciudad de México, en el siglo XVIII, el 10 de abrilde 1789, nació una mujer de espíritu indomable cuyas acciones dejaron una marca indeleble en la historia de su país: María de la Soledad Leona Camila Vicario Fernández de San Salvador, conocida cariñosamente como Leona Vicario.
Desde temprana edad, su curiosidad y su sed de justicia la distinguieron del resto. Criada en una familia acomodada, Leona recibió una educación privilegiada, pero su corazón anhelaba algo más que los lujos y comodidades que su posición social le brindaba.
A medida que crecía, el panorama político de México se convulsionaba con la llegada de la invasión napoleónica y la lucha por la independencia. Era una mujer valiente que desafío abiertamente la injusticia colonial al gritar desde el balcón de su casa «¡Vivan mis hermanos los insurgentes!»
Fue en ese momento crucial que Leona se sumergió de lleno en las discusiones y conspiraciones clandestinas que buscaban liberar a México del dominio español.
Con su belleza, inteligencia y astucia, se convirtió en una pieza invaluable en la lucha por la libertad, se involucró activamente en la lucha por la independencia, lo que demuestra que no fue la única mujer de su época con convicciones revolucionarias.
En las tertulias musicales y literarias, Leona se codeaba con los conspiradores, intercambiando ideas revolucionarias y planeando acciones audaces.
Su participación no se limitaba a las conversaciones; Leona actuaba con determinación, coordinando la entrega de suministros y recursos vitales para los insurgentes, incluso arriesgando su propia vida en el proceso.
Sin embargo, su valentía no pasó desapercibida para las autoridades coloniales.
Pronto, Leona se encontró perseguida y acorralada por aquellos que temían su influencia y compromiso con la causa. A pesar de enfrentarse a la cárcel y la persecución, se negó a ceder ante la adversidad.
Fue encarcelada, torturada y perseguida constantemente, pero nunca renunció a su lucha por la libertad de su país. A pesar de recibir ofertas de indulto a cambio de abandonar la causa independentista, Leona se mantuvo firme en su compromiso.
Su coraje y su dedicación a la causa de la independencia la convirtieron en un símbolo de resistencia y esperanza para su pueblo.
A través de sus propias palabras, podemos vislumbrar el espíritu indomable de Leona Vicario, una mujer valiente y decidida que dedicó su vida a la lucha por la libertad de su amada patria.
Su vida y legado perdura como un recordatorio de la fuerza y la determinación de aquellos que se atreven a soñar con un mundo mejor y están plasmados en el mural «Retablo de la Independencia» del famoso muralista Juan O’Gorman.
Después de su muerte, Leona Vicario fue honrada como Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria, siendo la única mujer en México a la que se le ofrecieron funerales de Estado.
Sus restos han sido trasladados en varias ocasiones, desde el Panteón de Santa Paula hasta la Columna de la Independencia, y más recientemente al Museo Nacional de Historia, Hoy descansan nuevamente en la Columna de la Independencia.


