La agresión nocturna incendió las tiendas de campaña en que dormían las personas desarraigadas, dejando decenas de muertos y cientos de quemados. El organismo de socorro dice que Gaza es el “infierno en la Tierra” y los expertos califican el ataque como una “atrocidad monstruosa”
Gaza, 27 de mayo de 2024 – Un bombardeo israelí en un campo de desplazados en la ciudad de Rafah, al sur de Gaza, ha provocado la muerte de más de 45 palestinos, incluyendo mujeres y niños, y dejado unos 250 heridos por quemaduras. La agresión nocturna incendió las tiendas de campaña en las que dormían las personas desplazadas, causando una tragedia que la ONU ha calificado de «atrocidad monstruosa».
El Secretario General de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente el ataque a través de una publicación en X, denunciando «las acciones de Israel que mataron a decenas de civiles inocentes que solo buscaban refugio de este conflicto mortal». Guterres subrayó la urgencia de poner fin a la violencia: «No hay ningún lugar seguro en Gaza. Este horror debe terminar».
Tor Wennesland, coordinador especial de la ONU para el Proceso de Paz en Medio Oriente, expresó su alarma por la muerte de tantas mujeres y niños en una zona destinada a proporcionar refugio. Asimismo, pidió a las autoridades israelíes que lleven a cabo «una investigación exhaustiva y transparente sobre el incidente» y que tomen medidas inmediatas para proteger a los civiles.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, también manifestó su horror ante la masacre y subrayó que el ataque subraya una vez más que no hay ningún lugar seguro en Gaza. Türk enfatizó la necesidad de que Israel cumpla la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de detener la ofensiva militar en Rafah y proteja a la población civil.
Israel ha declarado que el ataque estaba dirigido a una instalación de Hamás y que logró eliminar a dos militantes de alto rango. Sin embargo, la ONU y otras organizaciones humanitarias insisten en que la ubicación densamente poblada de civiles hacía predecible un resultado devastador.
La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) describió los ataques como «horribles» y reiteró que Gaza es «el infierno en la Tierra». La portavoz de UNRWA, Louise Wateridge, añadió: «En Gaza, toda la gente vive en un terror absoluto. Las familias, los niños, están siendo asesinados mientras duermen».
La situación en Rafah ha empeorado significativamente, con desplazamientos forzosos y operaciones militares que agravan una situación humanitaria ya catastrófica. Matthew Hollingworth, director de país del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en los territorios ocupados palestinos, advirtió que su capacidad para ayudar se está deteriorando cada día y enfatizó la necesidad urgente de que termine la guerra.
La relatora especial de la ONU sobre las garantías fundamentales en territorio palestino, Francesca Albanese, condenó enérgicamente el bombardeo y pidió sanciones y acciones internacionales contra Israel. «Estos crímenes son inaceptables y requieren una respuesta concertada del mundo para poner fin a las atrocidades», afirmó.
La comunidad internacional sigue observando con preocupación la escalada de violencia en Gaza, mientras la ONU y otras organizaciones humanitarias claman por un alto el fuego inmediato y la protección de los derechos humanos en la región.