Hoy se conmemoran 71 años de la conquista del voto femenino en México, un derecho reconocido el 17 de octubre de 1953 tras años de incansable lucha encabezada por feministas y sufragistas mexicanas. Este hito fue el resultado de décadas de activismo y movilización, liderado por mujeres que no solo exigían igualdad política, sino también un lugar en la construcción democrática del país.
Entre las figuras clave de este movimiento destacan Hermila Galindo Acosta, pionera del feminismo mexicano y defensora de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres; Elvia Carrillo Puerto, conocida como “La Monja Roja del Mayab”, quien promovió reformas sociales para las mujeres y los campesinos; y Florinda Lazos León, una activa defensora del voto femenino desde su posición en la política.
El Frente Único Pro Derechos de la Mujer (1935-1940), fundado por líderes como Refugio “Cuca” García Martínez y Esther Chapa, fue un eje central en la organización de protestas y campañas que impulsaron la discusión sobre el sufragio femenino. A través de esta plataforma, las mujeres mexicanas lograron visibilizar la necesidad de un cambio en las leyes electorales.
Este avance no fue inmediato ni fácil. El movimiento, que incluyó a activistas como Elena Torres Cuellar y Matilde Montoya, enfrentó la resistencia de sectores conservadores y se desarrolló en un contexto social que relegaba a las mujeres al ámbito doméstico. Sin embargo, la persistencia de estas luchadoras permitió que el 17 de octubre de 1953 se publicara en el Diario Oficial de la Federación la reforma constitucional que otorgaba a las mujeres mexicanas el derecho al voto y a ser elegidas para cargos de elección popular.
A pesar de que muchas de las pioneras de este movimiento han permanecido en el anonimato, su legado vive en cada voto emitido por una mujer en México, recordándonos que la participación política de las mujeres es el resultado de una larga batalla por la igualdad y la justicia.
Este aniversario nos invita a reflexionar sobre los avances logrados, pero también sobre los desafíos pendientes para alcanzar una verdadera equidad de género en la política mexicana.