• 31 de julio de 2025 5:42 pm
Noticias y Acciones Relevantes desde Tamaulipas y otros lugares

🗣️ Opinión | Cuando el Estado le teme a la cultura: una reflexión tras el cerco al Foro Alicia

PorREALIDADESMX

May 31, 2025

Por Lidia Rita Bonilla Delgado

“La dignidad no necesita escolta armada”, se lee en la publicación de Maya Comunicación, donde se narra con claridad lo ocurrido el pasado jueves en el Foro Alicia: una noche de música interrumpida abruptamente por la presencia de más de 200 elementos armados que cercaron el recinto sin una explicación transparente. La nota lo dice sin rodeos: no fue una operación de seguridad, fue una ofensiva ideológica.

Y es que cuando el Estado despliega su fuerza no para combatir el crimen, sino para vigilar y amedrentar expresiones culturales, el problema no es táctico, sino político. No se trata de un error operativo, sino de una decisión deliberada de controlar el disenso, aún cuando éste se manifieste con guitarras y versos.

La crónica relata cómo el público —más de 600 personas— reaccionó sin pánico, sin violencia, organizadamente. Una muestra de civismo que contrasta con el abuso de poder de quienes llegaron armados a intimidar el arte. Frente a eso, uno no puede dejar de preguntarse: ¿a qué le teme un Estado que patrulla conciertos como si fueran amenazas a la seguridad nacional?

Los métodos hablan más que los discursos. En este país se ha normalizado que la fuerza pública se use para desalojar foros culturales, desalentar espacios autogestivos y marcar como “peligrosas” las expresiones que no entran en el marco institucional. Y no importa si el discurso oficial se pinta de progresismo: cuando se censura la diferencia, la estética y la crítica desde abajo, lo que opera es represión, no política cultural.

Lo sucedido en el Foro Alicia no es un hecho aislado —como bien documenta la nota— sino parte de una estrategia más amplia para sofocar la contracultura. ¿Por qué? Porque el arte que no se puede comprar ni cooptar resulta incómodo. Porque donde hay pensamiento crítico, hay organización. Y donde hay organización, hay autonomía. Y eso —para muchos gobiernos— es lo verdaderamente subversivo.

El Estado debería ser garante del derecho a la cultura, no su verdugo. Pero hoy vemos lo contrario: una política pública que prefiere cerrar espacios que abrir diálogo; que manda uniformados donde debería mandar apoyos; que ve en la cultura independiente una amenaza, en lugar de una aliada para construir ciudadanía.

Como señala la publicación, lo más inquietante no es solo la presencia de armas, sino la intención detrás: silenciar lo que piensa diferente, lo que canta otras realidades, lo que no se rinde al molde oficial. La buena noticia —si es que la hay— es que esta vez no hubo violencia. Pero eso no borra la gravedad del mensaje: la cultura vive bajo sospecha.

Y mientras el Estado siga aplicando la lógica del control sobre la del acompañamiento, mientras siga temiendo más a una guitarra que a un fusil, no podremos hablar de una verdadera democracia cultural. El Foro Alicia resistió. Pero, ¿cuántos más caerán antes de que entendamos que defender la cultura es también defender la libertad?

https://mayacomunicacion.com.mx/ciudadania-frena-represion-en-el-foro-alicia-con-resistencia-pacifica-ejemplar/