Leticia Treviño EN REFORMA
07 marzo 2025
En el Día Internacional de la Mujer, honramos a aquellas que han sido silenciadas por su lucha contra las desigualdades e injusticias. Por exigir entornos libres de violencia, reducir las brechas de género y denunciar la falta de oportunidades para todas.
En contextos represivos, estas mujeres se han atrevido a alzar la voz contra la violación de derechos humanos en el acceso a la justicia, libertad, educación y trabajo.
El 8 de marzo celebramos los logros y valientes luchas que evidencian los desafíos pendientes y resisten los intentos de sometimiento. Son voces que han hablado por muchas más. Son historias de mujeres que han asumido riesgos para exponer la violencia, la impunidad y la desigualdad, y que demandan justicia, equidad y respeto a sus derechos.
Marisela Escobedo Ortiz, enfermera y activista, es uno de los casos más emblemáticos en México. Fue asesinada en 2010 mientras protestaba por el feminicidio de su hija de 16 años ocurrido en 2008. En 2009, el asesino de su hija, a pesar de aceptar la culpa, fue absuelto. Su historia es un símbolo de la impunidad en México y de la necesidad de justicia para las víctimas de feminicidio.
También recordamos a Mahsa Amini, una joven iraní arrestada y torturada por la policía religiosa islámica por no usar el hiyab correctamente. Su muerte, en circunstancias dudosas, se convirtió en un estandarte de la lucha por la libertad e igualdad de las mujeres demostrando el poder de la resistencia femenina en contextos de opresión extrema. Su fallecimiento en 2022 desató manifestaciones y protestas en todo el mundo contra el gobierno de Irán.
En Latinoamérica destacamos a Gioconda Belli, poeta y novelista nicaragüense de 76 años. Activista política en la promoción de los derechos de las mujeres e igualdad de género. En 2023 fue despojada de su nacionalidad y patrimonio por considerarla traidora a la patria. Actualmente tiene la nacionalidad española. Antes de esta expulsión tuvo dos exilios.
Otras mexicanas luchadoras son Marcelina Bautista, activista y una de las principales defensoras de los derechos de las trabajadoras del hogar. Ella misma trabajó en este sector desde niña, lo que la llevó a conocer de primera mano las condiciones de explotación y discriminación que muchas de ellas enfrentan. Fue una de las impulsoras clave de la reforma a la Ley Federal del Trabajo que en 2019 otorgó derechos laborales básicos a su gremio, incluyendo acceso a la seguridad social y un salario justo. Además, su labor condujo a la adopción del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece estándares para los derechos de las trabajadoras del hogar a nivel mundial.
Cecilia Flores Armenta, activista y fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, ha dedicado su vida a la búsqueda de personas desaparecidas en México. Su lucha ha sido reconocida a nivel nacional e internacional, desafiando a las autoridades y al crimen organizado para exigir justicia.
Claudia Uruchurtu, activista que denunció la corrupción en Oaxaca, desapareció en marzo de 2021 tras participar en una protesta contra el gobierno municipal. Posteriormente, se determinó que fue víctima de desaparición forzada y se condenó a los responsables evidenciando los riesgos que enfrentan quienes, con valentía, denuncian abusos de poder.
No olvidamos el activismo silencioso, el que no se hace público pero que se expresa en la cotidianidad del trabajo, en la familia y en la comunidad. Aquí están las mujeres que siguen luchando para promover y tener inclusión social, económica y política y, sobre todo, una vida libre de violencia.
Siempre será el tiempo de renovar nuestro compromiso de lucha para romper círculos sociales tóxicos y construir una sociedad con igualdad de oportunidades para todas las mujeres. El cambio es posible cuando se lucha con determinación y esperanza.
La sororidad es nuestra fuerza, 8#M.
La autora es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales.
