La Casa Blanca confirmó que el presidente Donald Trump aplicará aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá a partir del 1 de febrero. La portavoz Karoline Leavitt aseguró que la medida es parte de una estrategia comercial más amplia, que podría incluir tarifas adicionales a China.
La decisión ha encendido alarmas en sectores clave como el automotriz, farmacéutico y de semiconductores, que dependen en gran medida del comercio con ambos países. También se discute la posibilidad de nuevos impuestos sobre acero, aluminio y cobre, aunque sin fecha definida.
Empresas como General Motors ya analizan mover parte de su producción a EE.UU. para esquivar el golpe arancelario. Sin embargo, confían en que las negociaciones diplomáticas entre México y Washington logren frenar la medida antes de que su impacto se sienta con fuerza en la economía norteamericana.