Por Cindy Sosa
Mérida, Yuc. — El crecimiento acelerado de desarrollos inmobiliarios en las costas de Yucatán ha encendido las alertas por su impacto ambiental. En Sisal, se han documentado denuncias de tala ilegal que afecta más de 20 mil metros cuadrados de manglar, ecosistema clave para la biodiversidad y protección costera.
Esta situación llevó a la Fiscalía General de la República (FGR) a abrir investigaciones para determinar la magnitud del daño y sancionar a los responsables. Mariana Boy Tamborrel, titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), confirmó que se han iniciado operativos para verificar que los proyectos inmobiliarios en la zona cuenten con las autorizaciones ambientales necesarias emitidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“La Profepa reitera su compromiso de actuar ante denuncias ciudadanas y en redes sociales sobre construcciones en zonas sensibles. La colaboración de la comunidad es fundamental para la protección del medio ambiente”, señaló la dependencia en un comunicado oficial.
Operativos y posibles clausuras
La Profepa advirtió que, de detectarse irregularidades, se procederá a la clausura de construcciones que incumplan con las normativas ambientales. Esta no sería la primera ocasión: en 2017, el proyecto “Paraíso Sisal” fue clausurado por carecer de autorización de impacto ambiental.
Además, como parte de una estrategia nacional para proteger ecosistemas costeros, la Profepa también llevará a cabo operativos de supervisión en otras zonas vulnerables, como Tulum, Quintana Roo, donde el avance de proyectos turísticos ha puesto en riesgo áreas naturales protegidas.
Denuncias ciudadanas, clave para la vigilancia
La devastación de manglares en Sisal evidencia la necesidad de reforzar la vigilancia ambiental y la importancia de la denuncia ciudadana. La Profepa ha enfatizado que las alertas de la comunidad y las denuncias en redes sociales son fundamentales para detectar irregularidades.
Con estas acciones, las autoridades buscan garantizar que el desarrollo inmobiliario en Yucatán sea sostenible y respetuoso del entorno natural, evitando daños irreversibles a ecosistemas que protegen las costas y son hogar de diversas especies.