Ciudad de México – Septiembre 2024.- A pesar de los multimillonarios apoyos fiscales del Gobierno mexicano a Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera estatal sigue mostrando una preocupante ineficiencia operativa y financiera. En lo que va de 2024, Pemex ha dejado de ser una fuente de ingresos netos para la nación, recibiendo más apoyo del Estado que las aportaciones que genera, lo que plantea serias dudas sobre su sostenibilidad y sobre el uso de recursos públicos.
Una dependencia insostenible
Entre enero y junio de 2024, Pemex aportó 91.7 mil millones de pesos a las arcas federales, pero recibió 158.1 mil millones de pesos en transferencias del Gobierno, generando una pérdida neta de 66 mil millones de pesos. Esta cifra equivale a 2.3 veces el presupuesto de la Secretaría de Salud en el mismo periodo, lo que subraya la magnitud de las pérdidas .
El apoyo del gobierno no es menor. Durante el sexenio actual, Pemex ha recibido apoyos fiscales que suman 2.1 billones de pesos, lo que representa un 6.1% del Producto Interno Bruto (PIB). Este monto es 4.5 veces superior a los subsidios otorgados durante la administración de Enrique Peña Nieto. Sin embargo, pese a estos esfuerzos, la situación financiera de Pemex no ha mejorado significativamente, manteniendo una relación preocupante de 1.6 pesos de pasivo por cada peso de activo .
México y Noruega: dos caminos divergentes
Si bien México y Noruega comparten características similares en términos de reservas petroleras, las diferencias en la eficiencia de sus empresas estatales no pueden ser más contrastantes. En 2021, México contaba con 5.8 mil millones de barriles en reservas probadas, mientras que Noruega tenía 8.1 mil millones. En cuanto a la producción diaria en 2023, México produjo 2.1 millones de barriles diarios, una cifra cercana a los 2 millones de Noruega .
A pesar de estas similitudes, las políticas fiscales y operativas son abismalmente diferentes. Mientras que Pemex destinó apenas el 16% de sus ingresos al pago de impuestos en 2023, la petrolera noruega Equinor destinó un 25.3%. Esto no es casualidad, ya que el modelo noruego, además de contar con altos impuestos corporativos, fomenta la participación privada en la producción, lo que permite una mayor diversificación de los ingresos petroleros .
Los costos operativos, el talón de Aquiles de Pemex
Otro aspecto crítico es la eficiencia operativa. Aunque los ingresos de Pemex son solo un 5% menores que los de Equinor, sus costos operativos son un 32% más altos, lo que resulta en una utilidad operativa 80% inferior a la de la empresa noruega. Esta diferencia es clave para entender por qué Pemex sigue siendo una carga financiera, mientras que Equinor es un pilar sólido para las finanzas públicas noruegas .
Un llamado a la reforma
Ante este panorama, varios expertos sugieren que México debería seguir el ejemplo de Noruega. El éxito del modelo noruego no solo se debe a Equinor, sino también a la participación de empresas privadas, un marco fiscal robusto y un esquema de concesiones públicas en las que el Estado también participa. Aplicar reformas estructurales en el modelo de negocios de Pemex y abrir su mercado a la inversión privada podrían ser la clave para revertir su deterioro financiero y convertirla nuevamente en un motor de desarrollo para el país .
El desafío para el Gobierno mexicano es considerable. Con un patrimonio negativo, altos niveles de deuda y una ineficiencia operativa crónica, Pemex necesita transformarse radicalmente para aprovechar su potencial y contribuir positivamente al erario público. De lo contrario, continuará siendo un peso para las finanzas públicas y una fuente de preocupación para la economía nacional.
