Tampico, Tamaulipas. En junio del 2012, una cirugía estética realizada en una clínica certificada terminó en una serie de complicaciones médicas graves para la paciente. A pesar de contar con todos los permisos y certificaciones, el procedimiento derivó en secuelas irreversibles, lo que llevó a la víctima a buscar justicia ante las autoridades. Sin embargo, el caso se ha visto marcado por demoras y falta de respuesta efectiva por parte del sistema judicial.
Lo anterior fue denunciado en una rueda de prensa encabezada por Nancy Juárez Salas, víctima de una cirugía estética fallida. Acompañada por el jurisconsulto Dr. Luis Flores García, donde relató la larga y dolorosa lucha que ha enfrentado tras la negligencia que arruinó su calidad de vida, evidenciando el viacrucis que ha padecido desde el día que la intervino el cirujano plástico Ale Jalil Saade Saade, en junio de 2012.
Según el testimonio de Juárez Salas, quien confió en la experiencia, sapiencia y credenciales que presentaba para que le realizara una cirugía de aumento de pantorrillas, la operación se llevó a cabo en el hospital Sport Clinic de Tampico con el propósito de mejorar la apariencia de sus piernas. Sin embargo, la cirugía derivó en una condición conocida como pie equino, que la obliga a caminar de puntas y usar calzado especial. “Le confié mi cuerpo al Dr. Ale Saade y me arruinó la vida. Ahora vivo con una discapacidad que afecta mi movilidad y calidad de vida”, dijo.
Relató la víctima, quien ha soportado más de una década de sufrimiento físico y emocional, «Después de la cirugía desperté con un dolor insoportable y, al intentar caminar, noté que no podía apoyar el pie correctamente». A pesar de años de rehabilitación y tratamientos, en 2022 un estudio de electromiografía reveló que el cirujano había cortado los nervios tibial y peroneo, dejándola con daño irreversible y un dolor crónico que ha transformado su existencia en una constante agonía.
Desde que interpuso su denuncia penal en 2019, la víctima ha enfrentado un sistema judicial indiferente. El Ministerio Público desestimó el caso argumentando que «no hay delito». Un juez revocó esta decisión y ordenó reabrir la investigación, pero la Fiscalía ha ignorado la orden judicial. «Han sido años de desesperación, esperando que alguien escuche y haga justicia. La Fiscalía protege a este médico a pesar de la evidencia contundente», denunció el Dr. Flores García.
La víctima también señaló la falta de regulación en cirugías estéticas en México, lo que permite que procedimientos de alto riesgo se realicen sin los protocolos adecuados. «Me dijeron que era un procedimiento sencillo y ambulatorio, sin advertirme sobre los riesgos reales», lamentó.
Tras años de desgaste físico, emocional y económico, la víctima ha elevado el caso hasta la Fiscalía General del Estado y de no obtener respuesta de la Fiscalía, solicitará una audiencia con el gobernador de Tamaulipas. «No me rendiré hasta que se haga justicia. Nadie más debe pasar por lo que yo he sufrido«, concluyó Juárez Salas.
Por otra parte, el abogado señaló que existen al menos dos denuncias más contra el mismo cirujano por presunta mala praxis, aunque no se han dado a conocer detalles sobre estos casos.
El cirujano Ale Jalil Saade Saade, sigue ejerciendo en el Hospital Ángeles, lo que refuerza la preocupación sobre la falta de acción por parte de las autoridades sanitarias y judiciales. La exigencia de justicia y regulación en el sector médico continúa creciendo en un país donde la impunidad sigue siendo una barrera para las víctimas de mala praxis.
