Por Lidia Rita Bonilla Delgado
Tras lluvias que superaron los 200 milímetros, el gobierno municipal que encabeza Armando Martínez Manríquez, activó una estrategia integral para mitigar riesgos en zonas urbanas y ribereñas. Aunque los encharcamientos han sido menores, preocupa el nivel del río Tamesí, que actualmente registra 1.45 metros, superando su media de 1 metro.
Este río, que cruza zonas rurales y urbanas, ha provocado inundaciones en años anteriores al desbordarse, por lo que su vigilancia es prioritaria. Actualmente no ha rebasado su cauce, pero existe la posibilidad de que lo haga durante la noche.
“Tenemos todos los elementos para actuar y apoyar a la población si es necesario”, declaró el alcalde, quien destacó que se está monitoreando cada dos horas el crecimiento del río en comunidades como Martin A. Martínez.


Se mantiene activo un plan de evacuación para más de 5,000 familias de 10 comunidades y cuatro ejidos, en coordinación con Protección Civil, la Guardia Nacional y SEDENA.
La situación se complica por el desfogue de la Presa Chicayán, ubicada en Pánuco, Veracruz. Esta presa almacena agua y, al alcanzar su límite, libera caudales hacia el río Pánuco, que conecta indirectamente con el Tamesí, generando saturación.
El Jefe de la comuna, también destacó la importancia del canal “El Tajo”, una infraestructura clave para evitar que se inunden más de 25 mil viviendas en el sector de Miramar. “Es un punto de desfogue vital para proteger a esa población”, indicó.
En cuanto a infraestructura, se realizan obras de reposición de drenaje colapsado en colonias como Francisco Villa, y se enviará una solicitud a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para reparar postes con varillas expuestas, que representan un riesgo letal durante lluvias.
En el frente social, el municipio identificó 546 viviendas en condiciones precarias, muchas de ellas habitadas por adultos mayores. Se lanzó un programa de empleo temporal con carpinteros para construir 10 casas nuevas en julio, y se buscará apoyo del Instituto Tamaulipeco de Vivienda y Urbanismo (ITAVU) para ampliar la ayuda.
“Queremos una bolsa tripartita entre Federación, Estado y Municipio para atender estas casas de interés social donde se mete el agua cada vez que llueve”, afirmó el edil.
A la par, continúa un programa de desazolve, con más de 790,000 metros cúbicos de lodo retirado de lagunas interiores. Esto mejora la capacidad de captación de agua y reduce riesgos de inundación. “Por cada metro cúbico de lodo que sacamos, entra uno de agua limpia”, enfatizó.
Finalmente, el alcalde subrayó que, pese a los riesgos, las lluvias también traen beneficios: “Los agricultores están felices. La tierra estaba seca y ahora ya está lista para sembrar. Esto da vida al campo”.