La vulnerabilidad de la infancia en medio de la guerra contra el narcotráfico, afecta de manera devastadora a las y los niños .
En un trágico incidente en la carretera Yécora-Maycoba, Sonora, Julieta, Estefanía y un niño de dos años fueron víctimas de un ataque armado que cobró la vida de dos de ellos.
Este suceso, ocurrido el 3 de febrero, ejemplifica la dramática realidad que enfrentan los menores en México, donde la violencia armada ha dejado un rastro de 307 niños de entre 0 y 4 años asesinados con arma de fuego desde 2019.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), uno de cada diez menores de edad son víctimas de homicidio por arma de fuego en el actual sexenio y de ellos, es un niño en su primera infancia.
Guanajuato, Estado de México, Zacatecas y Oaxaca encabezan las estadísticas de estas tragedias, con eventos ocurriendo mayormente en lugares públicos, vías públicas, centros comerciales y reuniones familiares.
Juan Martín Pérez García, coordinador de Tejiendo Redes Infancia, explica que estos homicidios se contextualizan en los 15 años de guerra contra el narcotráfico, generando un aumento de armas ilegales y violencia desmedida.
Además, destaca la impunidad que rodea estos crímenes, criticando la falta de atención a recomendaciones internacionales para cambiar la estrategia de seguridad y militarización.
Esta cruda realidad demanda una acción inmediata y holística para proteger a la niñez mexicana, abordando las causas estructurales de la violencia armada y garantizando investigaciones exhaustivas para poner fin a la impunidad que perpetúa estas tragedias.