La nueva puesta en escena de Organización Secreta Teatro, dirigida por Rocío Carrillo, explora la mente y la sensibilidad de quienes habitan el mundo desde la neurodiversidad.
Ciudad de México, octubre de 2025.
¿Qué pasaría si las neurodivergencias fueran una respuesta de la especie a la imposibilidad de detener el tiempo para habitarlo? Con esa pregunta como punto de partida, Organización Secreta Teatro presenta La casa de Hermes, una puesta en escena que aborda la experiencia de las personas neurodivergentes desde la sensibilidad, la metáfora y la música en vivo.
El proyecto, bajo la idea original y dirección de Rocío Carrillo, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte 2024, abre temporada el 18 de octubre en el Foro Polivalente Antonieta Rivas Mercado, dentro de la Biblioteca de México.
Protagonizada por Stefanie Izquierdo y Alejandro Joan Camarena, con la participación del músico Luis Ochoa, La casa de Hermes narra la historia de Vi, una escritora que habita el mundo de forma distinta. Su dificultad para integrarse socialmente, aprender ciertos conceptos o expresar sus pensamientos refleja el desafío cotidiano de muchas personas neurodivergentes que buscan adaptarse a entornos diseñados para la neurotipicidad.
A través de un lenguaje escénico íntimo y simbólico, la obra muestra cómo la protagonista transforma sus crisis, su soledad y su particular manera de percibir el mundo en fuente de creatividad y autoconocimiento. En este viaje, Vi convive con una presencia interior: el dios Hermes, figura que encarna tanto el caos y la ansiedad como la dulzura del arte y la calma del sonido.
La propuesta artística combina texto, música original y composición escénica en un espacio diseñado e iluminado también por Carrillo. Los textos fueron creados colectivamente por la compañía, inspirados en el mito de Céix y Alcíone, retomando el diálogo entre lo humano y lo divino, lo mental y lo emocional.
El montaje busca visibilizar las neurodivergencias y tender puentes de comprensión con el público, mostrando que la diversidad neurológica no es un trastorno a corregir, sino una forma diferente y valiosa de existir y crear.
“La neurodiversidad es parte de la riqueza humana”, señala la producción, que invita a mirar con empatía los distintos modos de pensamiento, aprendizaje, atención o percepción sensorial.