Ciudad de México, julio de 2024.- A más de un mes de las elecciones, las calles de la Ciudad de México siguen cubiertas de basura electoral, destacando una preocupante falta de acción por parte de los partidos políticos y coaliciones para gestionar estos residuos. Greenpeace México ha criticado fuertemente esta situación y ha lanzado una serie de exigencias y propuestas para evitar que este problema se repita en futuros procesos electorales.
A más de un mes de las elecciones, las calles de la Ciudad de México siguen llenas de basura electoral. Greenpeace México ha criticado fuertemente la falta de respuesta y acción de los partidos políticos y coaliciones respecto a la gestión de estos residuos, destacando que ninguno ha presentado un plan integral para su reciclaje.A través de la Plataforma Nacional de Transparencia, el Instituto Nacional Electoral (INE) proporcionó información a Greenpeace sobre los materiales usados en la propaganda electoral, pero solo el partido Movimiento Ciudadano compartió su plan de reciclaje. Los demás partidos argumentaron no tener la obligación legal de generar esta información, compartiendo datos aislados y poco concretos.La Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano estima que durante este proceso electoral se generaron entre 25 y 30 mil toneladas de residuos en la Ciudad de México. Hasta ahora, solo se han recolectado alrededor de 45 toneladas de basura electoral en seis de las 16 alcaldías, según datos del portal Expansión.Ornella Garelli, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México, señaló la gravedad de la situación: “Es inadmisible que en medio de una triple crisis ambiental (climática, por contaminación plástica y de pérdida de biodiversidad), los partidos políticos y personas candidatas decidan inundar nuestras ciudades con basura electoral que solo agrava estos problemas ambientales, y peor aún que es pagada con nuestros impuestos”.Greenpeace exige la prohibición de propaganda electoral impresa en futuros procesos electorales y la implementación de campañas digitales como alternativa. La organización ha solicitado al INE y a los partidos políticos que se comprometan a calcular y hacer pública su huella plástica, además de avanzar hacia formas más sostenibles de hacer campaña.La falta de acciones concretas para manejar adecuadamente la basura electoral no solo refleja una carencia de responsabilidad por parte de los actores políticos, sino que también contribuye a la crisis ambiental que enfrenta el país.
1. Prohibición de Propaganda Impresa:
Greenpeace ha exigido la prohibición de la propaganda electoral impresa en los próximos comicios. Argumentan que, en la era digital, existen alternativas efectivas que no generan residuos. La organización destaca que las plataformas digitales pueden ser herramientas poderosas para alcanzar a los electores sin causar impacto ambiental negativo.
2. Publicación de Informes Detallados:
Se ha solicitado a los partidos políticos que hagan públicos los informes exigidos por el Reglamento de elecciones del INE sobre los materiales utilizados en la propaganda electoral. Estos informes deben incluir información detallada sobre los proveedores, el tipo de material usado, y planes claros de reciclaje.
3. Planes de Recuperación y Reciclaje:
Greenpeace insiste en la necesidad de implementar planes de recuperación de toda la propaganda electoral al finalizar las campañas. Estos planes deben contener medidas claras y realistas para evitar que los residuos terminen en rellenos sanitarios o en la naturaleza.
4. Cálculo y Publicación de la Huella Plástica:
La organización exige que los partidos políticos calculen y hagan pública su huella plástica, es decir, la cantidad de materiales de propaganda utilizados, y se comprometan a reducir esta cantidad en al menos un 75%.
5. Uso de Herramientas Digitales:
Greenpeace promueve el uso de herramientas digitales y redes sociales como alternativas sostenibles para hacer campañas. Argumentan que estas plataformas no solo son efectivas, sino que también eliminan la necesidad de generar basura.
A pesar de las solicitudes y la presión ejercida por Greenpeace, los partidos políticos han mostrado una respuesta limitada. En mayo, Greenpeace aumentó la presión con una visita a las sedes nacionales del PAN y Morena, donde les devolvieron parte de la basura electoral como símbolo de la responsabilidad que tienen sobre estos residuos.
Acciones Futuras:
Greenpeace continuará su lucha para que se implementen cambios significativos en la manera de gestionar la propaganda electoral. Están trabajando en campañas de concienciación y presión pública para que las autoridades electorales y los partidos políticos adopten medidas más sostenibles.
La Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano ha estimado que durante el proceso electoral se generaron entre 25 y 30 mil toneladas de residuos en la Ciudad de México. Hasta ahora, solo se han recolectado alrededor de 45 toneladas de basura electoral en seis de las 16 alcaldías, según datos del portal Expansión. Esta cifra subraya la magnitud del problema y la urgencia de implementar soluciones efectivas.
Ornella Garelli, campañista de Océanos sin Plásticos de Greenpeace México, expresó su preocupación: “Es inadmisible que en medio de una triple crisis ambiental (climática, por contaminación plástica y de pérdida de biodiversidad), los partidos políticos y personas candidatas decidan inundar nuestras ciudades con basura electoral que solo agrava estos problemas ambientales, y peor aún que es pagada con nuestros impuestos”.
La falta de acciones concretas para manejar adecuadamente la basura electoral refleja una carencia de responsabilidad por parte de los actores políticos y contribuye a la crisis ambiental que enfrenta el país. Greenpeace hace un llamado urgente para que se adopten medidas efectivas y sostenibles en la gestión de residuos electorales, asegurando que la basura electoral sea cosa del pasado.