El fin del subsidio de verano disparó la electricidad 20.7% y empujó la inflación quincenal, afectando sobre todo a los estados del norte; la inflación subyacente se mantiene estable pero no compensa el golpe al costo de vida.
🔌 La inflación subió a 3.61%, pero no por un descontrol general de precios:
subió porque el Gobierno federal retiró el subsidio eléctrico de verano, otra vez sin una estrategia clara para evitar impactos fuertes en las regiones que más dependen del aire acondicionado para sobrevivir al calor.
⚡ La electricidad se disparó 20.7% en una sola quincena.
El golpe se concentra —como cada año— en el norte, donde hogares y comercios pagan el costo de una política estacional que se mantiene sin revisión, sin alternativas y sin debate público.
🍅 En alimentos, el comportamiento sigue siendo errático: jitomate arriba, aguacate abajo. Nada nuevo: volatilidad sin una política agroalimentaria que la amortigüe.
📉 La inflación subyacente se mantiene estable, pero ese “buen dato” convive con incrementos que sí afectan la vida diaria de millones. La estabilidad macroeconómica no siempre se refleja en el recibo de luz.
📌 Lo preocupante:
El repunte era previsible. Lo que no se explica es por qué cada año el ajuste pega igual o peor, sin medidas para proteger a los estados más expuestos.
Mientras tanto, la narrativa oficial insiste en que “todo está bajo control”.

