Cada 28 de noviembre, México conmemora el Día Nacional de las Personas Sordas, una fecha para reflexionar sobre los derechos, logros y desafíos de una comunidad que supera las barreras de la comunicación para reclamar su lugar en la sociedad. Esta celebración no solo busca visibilizar la riqueza cultural de la comunidad sorda, sino también destacar la importancia del Lenguaje de Señas Mexicano (LSM) como vehículo de inclusión y reconocimiento.
Un lenguaje que da voz a la comunidad sorda
El LSM, reconocido como lengua nacional desde 2005, es más que un sistema de comunicación: es un símbolo de identidad y resistencia cultural. Con una población de más de 700,000 personas sordas severas en México, su uso es fundamental para garantizar el acceso a la educación, la salud, la justicia y la vida pública. Además, su aprendizaje por parte de familiares, intérpretes y oyentes contribuye a una interacción más equitativa entre comunidades.
En las últimas décadas, México ha dado pasos importantes hacia la inclusión:
Reconocimiento oficial del LSM, promoviendo su enseñanza y uso en espacios educativos y públicos.
Implementación de intérpretes en transmisiones oficiales, como el cuadro pequeño en discursos presidenciales y noticieros, que permite a las personas sordas acceder a información clave en tiempo real.
Creación de espacios educativos especializados, aunque todavía se enfrentan desafíos en la capacitación docente y la disponibilidad de recursos adaptados.
Sin embargo, aún persisten barreras: la escasez de intérpretes certificados, la falta de accesibilidad en servicios públicos y privados, y la discriminación hacia las personas sordas reflejan la necesidad de continuar trabajando por una verdadera inclusión.
El impacto del lenguaje de señas en la inclusión social
El lenguaje de señas no solo conecta a las personas sordas con el mundo, sino que también promueve una sociedad más consciente y respetuosa de la diversidad. Normalizar su uso en espacios públicos, educativos y laborales fomenta un entorno donde las personas sordas puedan participar plenamente, ejerciendo sus derechos y enriqueciendo a la sociedad con su cultura única.
Un llamado a la acción
El Día Nacional de las Personas Sordas nos recuerda que la inclusión no es solo un objetivo, sino una responsabilidad compartida. Promover la enseñanza del LSM, incrementar los intérpretes en servicios esenciales y eliminar prejuicios son pasos clave para construir una sociedad donde todas las personas tengan las mismas oportunidades de comunicación y desarrollo.
Que esta fecha sea un punto de partida para renovar el compromiso con la equidad y celebrar la riqueza lingüística y cultural que la comunidad sorda aporta a México
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imagen de portada compartida de la UNAM