Por Lidia Rita Bonilla Delgado
RealidadesMx Oct 29, 2025

Epígrafes
“El periodismo es el mejor espejo de la sociedad, y cuando ese espejo se rompe, la verdad se vuelve un acto de valentía.” — Miroslava Breach
“Toda persona gozará de los derechos humanos reconocidos por esta Constitución y por los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte.” — Artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
“La libertad de expresión no se pide, se defiende; no se negocia, se ejerce.” — Javier Valdez
“El periodismo es memoria y denuncia; si se apaga, la sociedad olvida.” — Alma Guillermoprieto
La prensa como trinchera de la democracia
En México y América Latina, cada palabra publicada es un acto de resistencia. Cada investigación que desnuda corrupción, cada denuncia sobre violencia institucional, es un golpe a la opacidad del poder. El periodismo funciona como trinchera, como escudo y brújula, manteniendo viva la luz de la información frente a la sombra de la censura.
Sin embargo, la distancia entre la letra constitucional y la práctica cotidiana es alarmante. Los artículos 1, 6, 7, 8, 39 y 128 de la Constitución deberían blindar a quienes informan; pero CIMAC, Artículo 19 y la Red Nacional de Periodistas han documentado que el silencio forzado, las amenazas y la violencia siguen siendo moneda corriente. Este ensayo analiza cómo estos artículos protegen, y a la vez, cómo el poder intenta minar esa protección.
Artículo 1°: La dignidad humana como escudo
El artículo 1° proclama que “todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado sea parte.” Este mandato no es un adorno legal; es un escudo que protege al periodista frente a la intimidación y la violencia.
En 2024, Artículo 19 documentó 112 agresiones a periodistas, muchas vinculadas a investigaciones sobre corrupción o violencia local. CIMAC reportó que el 35% de estas agresiones afectaron a mujeres periodistas, mostrando que la discriminación y el riesgo de género agravan la vulnerabilidad. La dignidad del periodista no puede ser mercancía; es un derecho que debe defenderse con todas las herramientas jurídicas y sociales disponibles.
Artículos 6° y 7°: La libertad de expresión como columna vertebral
El artículo 6° garantiza el derecho a recibir y difundir información, mientras que el 7° protege la libertad de imprenta. Juntos sostienen que informar y opinar no es delito y que los medios no pueden ser presionados por intereses políticos.
Sin embargo, en 2025 Artículo 19 documentó casos donde la retención de publicidad oficial y las amenazas veladas limitaron la independencia de medios críticos. Como afirma Carmen Aristegui:
“Cuando el financiamiento depende del poder, la independencia se convierte en riesgo.”
Estas normas son el corazón jurídico que late contra la censura. Ignorarlas significa permitir que la tinta se doblegue frente al miedo.
Artículo 8°: Derecho de petición y exigencia ciudadana
El derecho a interpelar al gobierno no es abstracto; es una herramienta de vigilancia social. CIMAC y la Red Nacional de Periodistas documentan que muchas solicitudes de información son ignoradas o dilatadas, minando la transparencia.
Cuando un periodista pregunta, no solo ejerce su labor profesional: ejercita un derecho ciudadano. Cada petición es un golpe a la impunidad y un recordatorio de que el poder público debe rendir cuentas.
Artículo 39°: El poder debe emanar del pueblo
“Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste.” La soberanía popular se quiebra cuando se persigue, amenaza o censura a quienes informan. Cada ataque a la prensa rompe el contrato moral con la ciudadanía, debilitando el contrapeso fundamental que mantiene el equilibrio democrático.
Artículo 128°: Juramento constitucional y deber de servir
Todo funcionario público jura respetar la Constitución. Limitar, intimidar o agredir a periodistas es traicionar ese juramento. Javier Valdez lo resumió con crudeza:
“Quien traiciona la Constitución traiciona a su pueblo.”
Este artículo refuerza la exigencia ética: los abusos no son solo ilegales, son desleales frente a la sociedad.
Resistir con la tinta y la verdad
El periodismo no es lujo ni entretenimiento: es un deber civil y un acto de resistencia constitucional. Los seis artículos estudiados forman un entramado legal que protege la libertad de expresión, la información y la rendición de cuentas. Cada palabra publicada, cada investigación completada, cada denuncia emitida es un acto de resistencia cívica y constitucional.
Como dice Alma Guillermoprieto:
“La sociedad que no protege a sus periodistas es una sociedad que renuncia a su memoria y su futuro.”
La verdad no se rinde. La tinta que denuncia, cuestiona y evidencia mantiene viva la democracia. Defenderla es defender al pais

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