Altamira, Tamps., 21 de agosto de 2025– La reciente suspensión de la clínica Velum en Ciudad Madero ha encendido las alarmas sobre la presencia de establecimientos médicos operando sin permisos ni licencias, y sobre la actuación de falsos verificadores en Tamaulipas, según informó Mario Alberto Rebolledo Urcádiz, titular de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS).
Rebolledo Urcádiz explicó que la clínica Velum no contaba con ningún documento oficial, ni licencias de funcionamiento ni certificaciones médicas, y que actualmente está bajo investigación judicial. Esta situación evidencia que, a pesar de los programas de inspección, persisten riesgos significativos para la población que recurre a servicios médicos, especialmente en cirugía estética, donde únicamente 33 médicos están certificados en todo el estado.
Además, se han detectado señalamientos de falsos verificadores, quienes podrían presentarse en establecimientos sin autorización oficial. Para combatirlo, cada verificador legitimo cuenta con credenciales infalsificables con QR, que permiten a los establecimientos comprobar su identidad en bases de datos nacionales.
Rebolledo Urcádiz destacó que las inspecciones buscan prevenir, no castigar, y que los recorridos incluyen revisiones exhaustivas de licencias, permisos quirúrgicos y certificados de bancos de sangre. Sin embargo, el caso de la clínica Velum revela que el sistema de control aún es vulnerable, y que la ciudadanía debe extremar precauciones al elegir servicios médicos, verificando credenciales, cédulas profesionales y certificaciones.
En un estado donde 165 hospitales privados operan junto con 48 públicos, la COEPRIS mantiene un programa de inspecciones permanentes. No obstante, la combinación de oferta abundante, bajos costos y falta de regulación estricta en algunas zonas fronterizas plantea un riesgo latente para los pacientes, especialmente en áreas de cirugía estética y procedimientos especializados.
La advertencia es clara: la seguridad de los tamaulipecos depende tanto de la autoridad sanitaria, encabezada por Mario Alberto Rebolledo Urcádiz, como de la vigilancia activa de la ciudadanía, que debe confirmar la legalidad y certificación de quienes ofrecen servicios médicos.