En el marco del Día Internacional de Niñas, Niños y Adolescentes con Personas Encarceladas (NNAPES), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó la Resolución 2/25, un documento que busca visibilizar cómo el encarcelamiento trasciende a la persona privada de libertad y afecta de manera directa a sus familiares y vínculos afectivos.
Un impacto que alcanza a la niñez
De acuerdo con la CIDH, niñas, niños y adolescentes son quienes cargan con las consecuencias emocionales, sociales y económicas de la separación familiar. Entre los principales efectos se encuentran:
Estigmatización y discriminación en su entorno social y escolar.
Quiebre de vínculos afectivos y ruptura del núcleo familiar.
Pérdida de ingresos y aumento de la vulnerabilidad económica.
Obstáculos en el acceso a la educación, salud y espacios protectores.
Un llamado a los Estados
La resolución exhorta a los gobiernos de la región a garantizar políticas públicas con enfoque de derechos humanos y de protección integral, que tomen en cuenta a esta población muchas veces invisibilizada. El documento plantea la necesidad de desarrollar estrategias que aseguren:
Programas de acompañamiento psicológico y social.
Medidas que reduzcan la estigmatización hacia hijas e hijos de personas encarceladas.
Acceso efectivo a servicios básicos y oportunidades de desarrollo.
Herramienta de incidencia
El texto de la CIDH no solo tiene valor normativo, sino también pedagógico y político, al ofrecer un marco de acción que puede ser utilizado por organizaciones de la sociedad civil, legisladores y académicos en la construcción de políticas públicas.
La Comisión llamó a la ciudadanía a descargar, leer y difundir la resolución, como parte de un esfuerzo colectivo para reconocer los derechos de esta población.
📄 Documento completo: Resolución 2/25
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