9 de cada 10 escuelas a nivel federal NO cumplen los Lineamientos al vender a diario bebidas azucaradas, dulces, golosinas y frituras
Ciudad de México, 12 de junio de 2024 — La obesidad infantil en México ha aumentado un alarmante 120% en las últimas tres décadas, con medio millón de nuevos casos registrados en el último año. En respuesta, diversas organizaciones de la sociedad civil y academia, que conforman la Alianza por la Salud Alimentaria, realizaron una manifestación frente a la Secretaría de Educación Pública (SEP), desplegando una manta con el mensaje “SEP: sin lineamientos 500,000 escolares más con obesidad”.
La protesta tenía como objetivo visibilizar las consecuencias de la inacción por parte de la autoridad educativa. Las organizaciones entregaron una carta a la titular de la SEP, Leticia Ramírez Amaya, exigiendo la publicación inmediata de los Lineamientos generales para el expendio y distribución de alimentos y bebidas en las escuelas, conforme a lo dispuesto por la Ley General de Educación. El plazo máximo para emitir estos Lineamientos es el próximo 17 de junio de 2024.
La obesidad infantil se ha reconocido como una emergencia epidemiológica en México debido a su magnitud, rápido crecimiento y efectos negativos en la salud y economía del país. Se proyecta que para 2030, 7 millones de niños y jóvenes mexicanos vivirán con exceso de peso, y la mitad de ellos desarrollarán diabetes a lo largo de su vida. Además, se asocia con un mayor riesgo de hipertensión, colesterol alto, asma, problemas articulares y trastornos mentales. El costo de atender la obesidad infantil asciende a $650 mil millones de pesos anuales.
Un estudio del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indica que la implementación efectiva de los nuevos Lineamientos podría reducir la obesidad infantil en 9 puntos porcentuales en un año. Sin embargo, si no se aplican, medio millón de niñas, niños y adolescentes más podrían vivir con obesidad en el próximo ciclo escolar.
Más de una década de simulación
Las escuelas en México, en lugar de ser espacios para combatir y prevenir la obesidad infantil, han promovido la malnutrición al permitir el acceso indiscriminado a productos chatarra. Desde hace 14 años, la SEP tiene el mandato legal y ético de regular los entornos alimentarios escolares, pero múltiples investigaciones y ejercicios de vigilancia han demostrado un incumplimiento histórico.
En 2013, el 80% de la oferta escolar consistía en bebidas azucaradas y solo el 6% en alimentos saludables. Entre 2014 y 2024, el 79% de las escuelas vendían refrescos, y 9 de cada 10 ofrecían golosinas, dulces, frituras y helados, mientras solo el 19% tenían acceso a frutas, verduras y agua potable. En 2018, se evidenció que las comunidades escolares desconocían la regulación y no había financiamiento para manuales ni capacitaciones. En 2022, una auditoría de basura plástica encontró que los escolares consumen 550 calorías extras provenientes de productos chatarra, generando más de 2,000 empaques de desechos plásticos diarios.
En abril de 2021, la SEP y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) firmaron un acuerdo para crear escuelas limpias y sustentables, promoviendo la reducción de residuos plásticos y una alimentación saludable. En abril de 2024, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la SEP firmaron un convenio para fomentar la orientación nutricional y la actividad física en las escuelas.
Llamado a la acción
Organismos internacionales como UNICEF, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han instado al Estado mexicano a transformar los entornos alimentarios escolares en saludables. Según estos organismos, cada peso invertido en estas acciones genera un retorno de inversión de $9 pesos.
La Alianza por la Salud Alimentaria exige que los nuevos Lineamientos sean diseñados sin conflicto de interés, con elementos de sostenibilidad y dirigidos a garantizar los derechos de la niñez. Estos Lineamientos deben prohibir la venta y publicidad de productos chatarra en las escuelas, asegurar la disponibilidad de alimentos saludables a precios competitivos y el acceso a agua potable gratuita. También deben definir roles y responsabilidades para la vigilancia, monitoreo y sanción, y favorecer las compras a la agricultura familiar y pequeños y medianos productores.
A cinco días del plazo para la publicación obligatoria de estos Lineamientos, la SEP debe actuar con urgencia para proteger la salud de la infancia y adolescencia en México.
